La Frase: "Al final del camino me dirán: ¿Has vivido? ¿Has amado? Y yo, sin decir nada, abriré el corazón lleno de nombres". Pedro Casaldáliga

jueves, 30 de junio de 2011

Robín del Alcampo

RELATO
Basado en hechos reales

      Bien sé que no estamos junto al arroyo de Sherwood, y mucho hace que pasó el tiempo de personajes como el sheriff de Nottingham, pero –nadie lo negará- ¡cuánto nos siguen explotando hoy día en el frondoso bosque del capitalismo!
     Las modernas fortalezas no son castillos exuberantes con foso y torres altas, sino centros comerciales de puertas automáticas y dudosas salidas de emergencia, mas en poco se diferencian los gerifaltes de aquellos de los gerentes de éstos y, en definitiva, ambos sirven para el mismo propósito: acumular caudales para el rico.
     Si esto es así, se hace necesario un equivalente al ladrón generoso, al alegre pícaro que sustrae una migaja del poderoso para brindarla al regocijo del pobre.
     Hoy lo he encontrado, y no temo rebajar el nivel de esta historia si afirmo que se trataba de una cajera de Alcampo. A falta de arco y flechas, sus manos fueron el arma que empleó para hacer justicia. Con ellas pasaba los numerosos dvds que formaban mi compra por el inquisidor visor de productos y de precios. Con ellas tecleaba obedientemente largos códigos, cuando estos no eran leídos por la máquina. Con ellas, finalmente, introdujo en mi bolsa una película -¿tendré que mencionar que era la más cara?- que, tras ser negada dos veces por el  ojo mecánico, no fue confirmada por sus dedos serpenteando el teclado.
     Con gesto generoso y despreocupado me obsequió un presente que vale mucho más de lo que señalaba la etiqueta: la burla al dominante, la tímida, la inmortal esperanza de que la decisión de una última persona aún puede vencer –siquiera levemente- al monstruoso engranaje de burocracia y réditos que nos aprisiona.
     Yo me alejé de allí con un nuevo aliento ante la vida, y mientras observaba el cabello y los hombros de mi Robin Hood particular, me dije que si aquello era posible, quién sabe, quizás lady…, quizás lady Marian y entonces.

2 comentarios:

  1. Lo que pasa es que le dio pena ver que todavía había alguien que compraba dvd`s :P

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  2. Bandoleros con pergamino1 de julio de 2011, 14:51

    Un buen día, a Clinton, le estamparon un huevo en toda la jeta. Es bueno que los jóvenes proteste, dijo.
    Cuando protestan escribiendo como tú, será mucho más bueno. Digo yo.
    Mis felicitaciones por tu buena pluma. No lo dejes.
    Incluso yo he robado a los ricos. A buen seguro que no será la última vez. Me cuesta asumir así por las buenas, mi función de elemento productivo, catalizador económico y reproductor de copias de mi mismo, que debidamente educados y educadas perpetúen el sistema.
    Pero no quiero dinamitar el sistema, solo quiero cambiarlo. Aunque solo sea un poco.
    Yo he visto, en el pueblo, una mujer sin coche, que malvive de fregar por las casas (sin asegurar por supuesto) dejar un dineral, en la tienducha de su comercio de cercanía, por cuatro cosas que le habrían contado la mitad en una gran superficie. Ni siquiera un supermercado puede abrir sus puertas por el celo que pone el ayuntamiento en proteger el comercio local.
    Tu Robin Hood ha robado el pequeño margen comercial de Alcampo. Luego Alcampo lo incluirá en el capítulo de mermas y lo cargará en el precio del producto a todos. De forma que todos pagaremos ese margen robado. El sistema se realimenta.
    A quien de verdad ha robado tu heroina una cantidad significativa de dinero, es a la SGAE y eso ya no lo va a cobrar. Que se aguante.
    Y ya sabes, quien roba a un ladrón...
    Saludos.

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