La Frase: "Al final del camino me dirán: ¿Has vivido? ¿Has amado? Y yo, sin decir nada, abriré el corazón lleno de nombres". Pedro Casaldáliga

domingo, 23 de octubre de 2011

20 millones de idiotas (Oráculo González Pons dixit)

     Los tiempos están cambiando. Hace no tanto, el que hubiese unas elecciones a la vuelta de la esquina, aseguraba que, siquiera por algunos momentos, nuestros políticos, temerosos de que el hombre del saco se llevara sus votos, tuvieran en consideración a los pobres votantes: una vez cada cuatro años no hace daño. Entonces, era habitual que por uno o dos meses (lo llaman precampaña), no se atrevieran a mostrar su habitual desprecio –que por lo demás campa a sus anchas el resto de la olimpiada electoral- por la opinión y los intereses de los mayores de 18 años.
     Que esto ya no es así lo demostró la reforma exprés, y sin referéndum, de la hasta hace poco sagrada y blindada Constitución española, realizada a tan solo tres meses de unas elecciones generales, con el acuerdo de los dos partidos mayoritarios del Parlamento, el desacuerdo de todos los demás, y el descontento generalizado de la mayoría de la población por su apartamiento total de una decisión tan importante.
     Hoy hemos sido testigos de un paso más en este sentido. Se diría que, cuanto mayor es el desafecto de los ciudadanos por sus dirigentes (mostrado masivamente en las manifestaciones de los indignados), estos, cual dueños del Scattergories de la vida pública, se marchan enfadados porque no aceptamos político como representante digno de la ciudadanía. 

Esteban González Pons abraza el ¿cambio?
Fuente: elmundo.es

     El hecho: Esteban González Pons, vicesecretario general de comunicación del PP (se diría que los eligen), se ha quedado tan ancho tras asegurar en un mitin que “no hay ningún español tan idiota que quiera la continuidad que el PSOE nos ha dado todos estos años”. Con ello, está llamando idiotas no sólo a todos los españoles que el próximo 20-N votarán al PSOE, sino también a los que votarán a su propio partido, pues, ¿alguien duda que las recetas económicas del PP serán no ya continuación, sino profundización de las nefastas del PSOE en estos dos últimos años? Como dijo el sabio, el pan no puede transformarse en pan, al igual que no puede llamarse cambio pasar del PSOE al PP (al menos en política económica: rendida de antemano a los mercados).
    Este discurso de alto nivel recuerda la brillantez de aquellas declaraciones de Pedro Castro, alcalde PSOEista (socialista es otra cosa) de Getafe en 2008, ofensivas igualmente para los votantes de ambos partidos: “¿Por qué hay tanto tonto de los cojones que todavía vota a la derecha?”.
    Estimación total de los insultados: alrededor de 20 millones de personas. Si yo fuera uno de ellos, no obstante, tampoco me preocuparía demasiado: es posible que González Pons, ese oráculo, se equivoque. Es el mismo que dijo que las personalidades extranjeras de la llamada conferencia de paz de San Sebastián “no tienen ni puñetera idea de en qué país se encuentran ni qué tipo de conflicto se ha vivido”.
    Pero de todas formas, lo dicho: ya ni en campaña se guardan las formas.

domingo, 16 de octubre de 2011

Un sueño (breve resumen)

POESÍA

Un sueño con minúsculas
a veces
se me escribe en el alma.

Yo trato de borrarlo
imperturbable
y él se crece y se agranda.

Gallito y desafiante
a mayúsculas pasa.

Y cuando ya se pone
Fuente: ITE. Ilustrador: Abraham Pérez Pérez.
en Times New Roman
yo grito: no / no / no                                   
y aplico el corrector.

Presiono con cerebro
con razones
con márgenes de calma;
él llama a sus aliados                                  
los recuerdos
y al corazón se gana.
Este mueve unas cuerdas
(las vocales):
si me descuido
cantan.

Y a poco el cuerpo entero se convence    
y quedo sólo yo;
me  digo:
¿por qué no?                                              

Y entonces
(como siempre o casi siempre)
un sueño con mayúsculas
a veces
del alma se me escapa.

domingo, 9 de octubre de 2011

Las dimensiones de la mujer amada

RELATO 

     Los ojos: a los golosos les gustan con forma de almendra; los matemáticos los prefieren triangulares; los púdicos optan por las formas romboidales. Colores: los que han estado enamorados de la mujer que aman antes de conocerla, suelen dar con unos ojos verdes; los pesimistas encuentran el negro y los tonos oscuros; los alegres suelen verse recompensados con el azul; los daltónicos prefieren el rosa...

     La boca, y ese universo formado por los labios y el mentón, plantean variedades infinitas. A los románticos les gustan los labios dulces con forma de corazón; a los que no son tan románticos les gustan más con forma de... bueno, dejémoslo.

     El pelo negro gusta a los soñadores, a los exploradores y a los ciclistas. Las rubias triunfan en el cine y en las peluquerías. Las castañas obtienen más éxitos sobre el nivel del mar que en las alturas, donde arrasan las pelirrojas.

     En fin, como se ve, todas las variedades son admitidas; todas las combinaciones, posibles. En realidad, poco importa la forma, salvo en un elemento: el corazón. En este sí son vitales las proporciones: ha de estar hecho a medida (de la persona que ama).

Fuente: ITE.