La Frase: "Al final del camino me dirán: ¿Has vivido? ¿Has amado? Y yo, sin decir nada, abriré el corazón lleno de nombres". Pedro Casaldáliga

domingo, 19 de junio de 2011

¿Por qué lo llaman reformas cuando quieren decir recortes?

La perversión de los políticos no tiene límites; tampoco en el lenguaje. Ahora, con toda la naturalidad del mundo, parecen haberse puesto de acuerdo para aplicarle, tácitamente, al vocablo reforma el significado de la palabra recorte. Mucha fiesta E para celebrar el español (otro ejemplo de perversión: llaman así al castellano), mucha exigencia de la importancia del idioma en la educación, pero luego nos vuelven locos (o bien, teoría nada descartable, nos toman por imbéciles).
Cuando uno habla de hacer reformas en su casa es para mejorarla: no quita una habitación o un baño para dárselo a un banco o al propietario del edificio. Tal es, sin embargo, el tipo de reformas –en la economía, en el mercado de trabajo, bla bla bla bla- que nos proponen con toda naturalidad. Y se quedan tan anchos.
A veces es mejor no conocer las razones de una opinión; es más fácil la coincidencia. No para de escucharse la necesidad de que Zapatero dimita. Es difícil no estar de acuerdo. Pero luego viene la segunda parte: ha de dimitir porque no ha hecho suficientes reformas; se necesitan más. Y entonces llegan la disconformidad, el terror y, ¿por qué no decirlo?, la duda.
Acaban de aprobarse los presupuestos catalanes. Ha habido numerosos recortes en educación y sanidad, entre otros campos. Ninguno de ellos venía en los programas políticos de los candidatos como tales pero, a buen seguro, venían un montón de reformas para mejorar nuestro bienestar; otra cosa es que, desde nuestra ignorancia, seamos incapaces de identificar estos recortes con aquellas reformas. Tal engaño al ciudadano no debe ser considerado por el Muy Honorable Señor Artur Mas, elegido hace apenas medio año, como ejemplo de traspasar las líneas rojas de la decencia: hace mucho que estas quedaron atrás; además, es la ventaja de viajar en helicóptero: las líneas rojas no se sobrepasan, se sobrevuelan.
          Al final, la culpa será de los profesores, a quienes, por lo visto, no se les viene exigiendo demasiado y que, a pesar de la estabilidad legislativa y el buen hacer de los gobernantes en materia educativa, son incapaces de hacer entender a sus alumnos algo tan sencillo como que cuando se dice reforma (innovación para mejorar en algo), se está diciendo recorte (recortar: hacer más pequeño). Un buen MIR, según Rubalcaba, es lo que le hace falta al profesorado. Seguro que él, como casi todos sus colegas, no piensa en un MIR para políticos: la mayoría lleva tantos años que, probablemente, les convalidarían.

1 comentario:

  1. Bandoleros con pergamino28 de junio de 2011, 15:57

    “NUESTRO” es como la selva. Allí emboscase cualquiera.

    “Nuestro bienestar” es por ejemplo el de algún que otro subido al carro del heno, pero difícilmente el de tantos hijos nuestros arrojados de su tierra a la emigración. Porque no quisimos hacer sitio para ellos. Porque había que cambiar cosas. REFORMAR. Y están muy guapas así. Ganamos el mundial.

    Cuando dices “nuestro” pretendes usarme a mí también en la defensa de TU bienestar evidentemente. Cada uno tiene boca para hablar de sí. HABLAS DE EDUCACIÓN Y NIEGAS EL CONOCIMIENTO. Pretendes aleccionarnos citando la segunda acepción de la palabra reforma (innovación para mejorar en algo) callando con mala intención la primera (volver a formar, rehacer) Cuando uno sabe que esto no funciona y que existen modelos sociales con mayores posibilidades individuales de ver logrados los sueños a trabes del esfuerzo personal, uno quier desmontar el chiringuito y REHACERLO de nuevo. Faltaría más. Claro que el que va montado puede ver peligrar lo que él llama “SUS DERECHOS” viendo volcar el carro en que tan a gusto va. En eso estamos de acuerdo.

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