La Frase: "Al final del camino me dirán: ¿Has vivido? ¿Has amado? Y yo, sin decir nada, abriré el corazón lleno de nombres". Pedro Casaldáliga

domingo, 1 de mayo de 2011

Amor frontera

RELATO
Eduardo Úrculo: El cómplice

     Renato estaba enamorado de la mujer rubia. La llamo así porque ni siquiera él conocía su nombre; en realidad dudo que esta historia, que me confió una noche de mucho vodka y alguna estrella, sea cierta.
      La primera vez que la vio apenas reparó en ella. Posteriormente recordaba con asombro lo increíble del hecho, toda vez que a las dos semanas de aquel primer encuentro no podía pensar en otra cosa.
     Sobre todo se fijó en ella la segunda vez por lo curioso: fue al día siguiente, pero a 400 kilómetros de distancia. En esos tiempos –Renato me contó que todo ocurrió en 1996- su puesto poco definido en una importante empresa internacional (cuyo nombre prefiero omitir), hacía de los viajes algo casi cotidiano en su vida. Saltaba de ciudad en ciudad, volaba de país a país, comenzaba el día subiendo a un tren y lo terminaba bajando la escalerilla de un avión. Nunca supe muy bien que hacía; tampoco me lo dijo. Dormía en Londres y desayunaba en París. Almuerzo en Munich y cena fría en Milán. Y siempre estaba ella.
     Empezó a acostumbrarse a su presencia. Desechó pronto sus iniciales sospechas de espionaje o persecución. Siempre era él observador y ella observada; parecía todo una coincidencia.
      La segunda semana ya no se preguntaba el porqué, estaba demasiado preocupado en esperar el momento en que apareciera –siempre aparecía-, demasiado ocupado en buscarla y mirarla, en conocerla un poco más cada día a través de la vista y de la distancia (esa seguridad).
      De una manera repentina y extraña (pero lo extraño era que no lo hubiera pensado antes) concibió la idea de abordarla, de acercarse y hablarle y quién sabe. Sin tener nada pensado de antemano, sin llevar un cigarrillo sin fósforo o el nombre de una dirección anotado, una mañana cruzó la calle en Nueva York: había desaparecido.
      Y nunca volvió a aparecer.

1 comentario:

  1. Me gusta tu relato. Mucho. Mezcla una pizca de intriga, un poco de emoción, una chispa de enamoramiento-que-puede-ser-pasión, un tanto de misterio y deja el final abierto.
    Insisto, me gusta. La historia y cómo la cuentas. Enhorabuena y gracias por estos regalos.
    Saludos

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