La Frase: "Al final del camino me dirán: ¿Has vivido? ¿Has amado? Y yo, sin decir nada, abriré el corazón lleno de nombres". Pedro Casaldáliga

jueves, 10 de marzo de 2011

Bertrand Russell sigue vivo

     Entre los muchos méritos de Bertrand Russell (1872-1970) no es menor el de haber vivido casi cien años. Filósofo, matemático, librepensador, pacifista, Premio Nobel de Literatura en 1950, durante su larga existencia tuvo tiempo de reflexionar (y de escribir) sobre la mayoría de temas que consideramos importantes. Y casi siempre con una clarividencia que, aún hoy en día, mantiene en muchos de sus escritos la frescura de la página recién impresa.
     Tal es el caso del artículo que recomendamos, en el que, bajo el título de El Midas moderno, analiza (con su habitual y certera ironía) los motivos de la crisis que siguió al crack de 1929. Lo curioso del caso es que, cambiando apenas algunas circunstancias (por ejemplo, el pago de las reparaciones de guerra de entonces por las subvenciones a los grandes imperios financieros de ahora), este mismo análisis es aplicable a la crisis que padecemos actualmente.
      Por desgracia para nosotros, por muy vivo que siga Bertrand Russell (vale decir, su mensaje), quienes dirigen el mundo siguen tan sordos como siempre, de ahí que el párrafo que citamos a continuación siga con su vigencia intacta: «El hecho simple es que las clases gobernantes del mundo son demasiado ignorantes y estúpidas para resolver un problema así, y demasiado engreídas para pedir consejo a quienes podrían ayudarlas». ¿Les suena?

El Midas moderno
por Bertrand Russell


Breve biografía
(en epdlp.com)


     El ensayo forma parte del volumen Elogio de la ociosidad, publicado originalmente en ¡1935!, en el que Russell, con indudable visión premonitoria, alerta del peligro de los nacionalismos, el fascismo y el comunismo, expone sus argumentos a favor del socialismo (ojo, el de verdad), advierte sobre la amenaza de la intolerancia y de la guerra (que vincula al capitalismo), e ironiza sobre «la creencia de que el trabajo es una virtud», abogando, entre otras medidas, por una jornada de cuatro horas para acabar con el paro y proporcionar «felicidad y alegría de vivir, en lugar de nervios gastados y cansancio», y por la inclusión de la mujer en el mercado laboral remunerado, mediante un sistema público de «guardería que se haga cargo de los niños durante sus horas de oficina».

No hay comentarios:

Publicar un comentario