La Frase: "Al final del camino me dirán: ¿Has vivido? ¿Has amado? Y yo, sin decir nada, abriré el corazón lleno de nombres". Pedro Casaldáliga

martes, 24 de enero de 2012

"Oro negro" en Cines Yelmo: falta de respeto al cine, al público, y al cliente

Hechos reales

Hoy fui al cine con la intención de ver “Oro negro”, la nueva película de Jean-Jacques Annaud. Digo con la intención porque me quedé con las ganas. He aquí los hechos.

Lugar: un cine perteneciente a la cadena Yelmo Cines (no se trata aquí de criticar la actuación de un trabajador en particular, sino más bien de analizar una tendencia y lo que, muy probable –y lamentablemente-, sea una política de empresa).

No bien comienza la proyección –es un decir-, me encuentro, dentro de la pantalla, con un rectángulo (que no ocupa toda la pantalla ni mucho menos) en el que aparecen las imágenes. Tampoco se trata de un rectángulo perfecto, ya que la combada parte superior permite observar una molesta perspectiva, como si en lugar de en una superficie plana, las imágenes fueran proyectadas sobre una semiesfera, y mandar cualquier atisbo de formato racional a tomar viento. Créanme, no soy un tiquismiquis que monta el pollo a las primeras de cambio. He asistido impertérrito a numerosas proyecciones con fallos de diversa índole, aunque de menor importancia. Pero esto era demasiado.

Así que allí estaba yo, habiendo pagado seis euros (gracias a la fabulosa tarjeta Yelmo, la cadena de los amigos del buen cine) por ver una película con una calidad menor de la que podría obtener en cualquier televisión medio decente de nuestros días. El ardor que me invadió fue tal que, tras tratar de convencerme de que no era para tanto, fracasé y, como a los cinco minutos, salí de la sala en busca de algún responsable.

Fuente: europapress.es
             Creo que expliqué bastante amablemente y sin ninguna acritud lo que me sucedía, a el/la responsable de la entrada, que llamó a la (o quizá el) gerente del establecimiento. Volví a explicar el asunto, diciendo que si venía al cine era precisamente para ver las imágenes con una cierta calidad visual (cosa ya bastante absurda, lo reconozco, en un mundo donde el formato cinematográfico ha sido sustituido -¡en los propios cines!- por el digital, o sea, el mismo del que podemos disfrutar en nuestra casa). Mi pretensión no era desorbitada; como ya barruntaba problemas, lo único que pedía –habrían transcurrido unos diez minutos, alegué- era que se me devolviera el dinero.

La Gerente entró conmigo a la sala, y no hicieron falta ni dos segundos para que se “escandalizara” con lo que vio en la pantalla, y me asegurara que eso no era normal. Ahora mismo iba a llamar al cabinista. Tras hacerlo, me dijo que, efectivamente, esa cámara (¿no sería más bien cañón?) tenía un defecto, que hacía que el objetivo se contrajera cada cierto tiempo, y no sé cuántos más términos técnicos. Que arreglarlo llevaría mucho tiempo, toda la gente tendría que salir y, obviamente, no lo iban a hacer. Pregunté entonces si reconocía que había un fallo de proyección. Me dijo que sí. Perfecto.

Me ofreció ver otra película o devolverme el dinero. Opté por la segunda opción. Ahora comienza lo surrealista. Cuando le pregunté si a mis dos amigos que permanecían en la sala se les devolvería también el dinero si se iban, me dijo que no; ¡que sólo a mí! Argumentó que estaban viendo la película, repliqué que con el mismo defecto que yo; me dijo que lo que no iba a hacer era devolverle el dinero a todo el mundo que ahora decidiera salir (¿Y por qué no? Irían unos quince minutos de película, habría unas ocho personas en la sala y –lo más importante- me acababa de reconocer que la película estaba siendo proyectada defectuosamente a sabiendas). Al final, pareció aceptar.

Con un cierto tono de desagrado (o quizás de esperanza) en su voz, me dijo que para devolverme el dinero debía darle la entrada. Razonable la petición, no tanto el tono (¿alguien con dos dedos de frente pensaría que una persona sin entrada iba a protestar por la calidad de la proyección?). Entré a la sala para recoger la chaqueta y fracasar en la propuesta de que mis dos amigos me acompañaran (verdaderamente, hay personas que tienen mucho aguante).

Acompañé al gerente hasta la taquilla, y mientras por el camino se aseguraba de los descuentos o bonos que había utilizado para sacar la entrada (¡ni un céntimo al traidor!), me devolvió los seis euros que había pagado, como quien da limosna a un leproso, con el brazo estirado y el desprecio de quien te concede una dádiva por su gracia divina. Ciertamente, había algo de fastidio en su voz, de incomodidad (nada de amabilidad y disculpas; ni una), como si yo estuviera cometiendo algún delito por no aceptar de buen grado un producto altamente defectuoso.

Cuando bajábamos por las escaleras mecánicas, pregunté:
-Y dado que se sabía que esa cámara está defectuosa   -así me lo había dicho-, ¿no sería mejor avisar?
-No, no, si está avisado –respondió.
-Me refiero a la gente –aclaré inútilmente-. Lo digo porque yo, por ejemplo, de haberlo sabido, no me hubiera molestado.
-Ah, bueno, la gente… -deslizó con cierta sorpresa.
No hizo falta que acabara la frase, mi cerebro la completó al instante: LA GENTE TRAGA CON TODO.

Y así nos va.

27 comentarios:

  1. Así nos va, efectivamente Carlos, pero esta situación se sufre en todos los campos,mundo laboral, diversión, etc.., la gente traga con cualquier cosa y los que protestamos parecemos "fuera de la Ley". Pero hay que seguir PROTESTANDO, la sumisión no sirve ni para el amor.

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  2. Bueno Don Carlos, tuviste una gran "fortuna". Lo digo porque te atendió alguien. Lo mas normal en este pais "panderetero" es que se llamen "andana". Lo mas jodido del asunto es que como en esta ciudad las salas de proyeccion se fueron de "vacaciones", o lo tomas, o lo dejas. Pa la proxima vez, que los "dioses" te sean propicios.

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  3. Ciertamente, me parece inconcebible, que una cadena de cine, demuestre tanto desprecio por el espectador, es decir, el que paga, y que tiene derecho a un mínimo de calidad. ¿Acaso lo que hoy se paga por ver una película comercial no justifica un mejor trato qu el que se relata en el blog?. Gracias

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  4. Por alusiones (soy uno de los amigos, nada que ver con Yelmo, no vayan a confundirse) añadiré que El Ojo del Cocodrilo cometió un error al abandonar la defectuosa proyección porque, al hacerlo, su interesante artículo de hoy quedó inconcluso.
    Si se hubiese quedado hasta el final podría haber disfrutado de:

    a) no sólo la habitual falta de educación del público de nuestros días (las señoras de mediana edad que habían traído una especie de cacatúa que no paró de reírse durante toda la proyeccción - es un decir - como si la película fuese una comedia continua,

    si no, y sobre todo, de

    b) la interesante política del 'pírate pronto que faltan 5 minutos para la siguiente sesión' consistente en... (segundos de suspense, fanfarrias y tambores) ... ¡¡¡ encender las luces antes del final de la película cuando los últimos planos, no ya los títulos de crédito, aún estaban en pantalla !!!

    Impresionante. Nosotros decidimos no volver al cine.

    V de Vergüenza

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  5. La verdad es que es impresionante, pero lo que verdaderamente me apasiona es la manera de relatar los hechos, porque esto si que es un relato hecho de cine y del que algunos responsables superiores al susodicho bichejo(lo siento no soy tan fisno como vos), pusiesen orden y a un responsable con la suficiente caballerosidad y diligencia en tratar a sus escasos clientes. Cuidate Carlos, un saludo desde el Al-andalus

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  6. Y ¿tus amigos salieron contentos con la peli? por que, si pa encima no ye buena ja,ja,ja...
    La gente monta el pollo donde no lo tien que montar (cai bien a muchos)

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    1. Anónimo, le llamo así porque como no indica su nombre, decirle que es una pena que se pierda hasta el valor para firmar lo que se dice, aclararle que mi amigo Carlos, porque lo considero amigo aunque no vaya con él al cine, no tiene por costumbre montar el pollo en cualquier sitio, más claro, no monta pollos, es una persona educada, culta, y muchos adjetivos buenos más, y afortunadamente sigue teniendo la mente crítica a pesar de que el mundo está lleno de parásitos enfermos. Otra cosa, si reivindicar lo que es justo es montar el pollo, entonces Anónimo VIVA EL CHIKEN

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    2. La gente monta el pollo, contesta pijaes por Internet, cruza la calle sin mirar, ye la hostia lo de la gente.

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    3. Suscribo al 100% lo que dice Mary (menos lo de que no voy al cine con él)

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  7. Eso era que non taba yo, si no....

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  8. Lo que más m'estraña de too ye que vos escandaliceis, asina ye como funciona la mierda de sociedá na que vivimos, y nun va meyorar, va dir a peor...

    Carlos, nenu, faltote la fueya de reclamaciones, ho... anque bien mirao meyor dexar los xulgaos apartaos agora qu'hai que pagar tases fasta por denunciar...

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  9. Me parece increíble, a día de hoy, que pasen estas cosas, y a los precios a los que estamos sometidos. Carlos, ánimo, al menos tu saliste con el dinero. Pienso en tus amigos...¡pena me dan! Para la próxima, ya sabes, sal en equipo: la unión hace más ruido.

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  10. No sé si ha quedado claro en el post, pero por si acaso lo explico aquí: mis amigos no salieron conmigo por voluntad propia; también les habrían devuelto el dinero.

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    1. ¿son amigos? ¿saben lo que significa "solidaridad"?. Esta es la sociedad que nos quieren vender, al precio que sea, INDIVIDUALISMO, así nos luce el pelo. Al fin y al cabo lo de menos llega a ser el dinero, lo importante Carlos es que no se trague con todo lo que nos quieren hacer comer, "por el furacu que sea", si todos hiciéramos, en algún momento, lo que tu has hecho igual se podría conseguir algo en este país de pandereta.

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    2. Aquí no suscribo casi nada. Será que la culpa de todo la tienen Yoko Ono y los presuntos amigos del autor. ¡Enhorabuena ZP que de esta te libraste!

      Por otra parte, aclarar que la proyección molestaba, sí, al principio, pero evidentemente más a Carlos que al resto y que si él quiere protestar e irse es muy libre y desde aquí ( una silla azul delante de la pantalla) le aplaudimos, pero que el resto podrán hacer cómo juzguen conveniente, digo yo.
      De hecho a los presuntos amigos la peli les estaba gustando y les siguió gustando hasta el final, la proyección defectuosa les molestó al principio pero para cuando Carlos se levantó y se fue sin explicar el motivo (yo pensé que le había sentao mal el café del McDonals) ya no se fijaban en el problema (que evidentemente a Carlos le resultó inaguantable e inasumible y en su derecho está), y que cuando Carlos volvió y dijo que se iba y que si le acompañábamos nos devolvían el dinero no era el momento ni el lugar de explicarnos toda su 'aventura' y por tanto no lo hizo y nosotros no sabíamos que le habían ninguneado y de ese modo difícilmente podíamos ser solidarios ni ninguna otra cosa. De haberlo sabido posiblemente hubiésemos hecho lo que hicimos o puede que no, pero eso ya es historia-ficción.
      Imagino que si estando allí no nos enteramos del cuadro completo de la situación, no habiendo estado la cosa ya es un imposible.

      Saludos cordiales

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    3. Víctor, hablando se entiende la gente. Buena explicación, efectivamente tienes razón cada uno está en su derecho de hacer lo que estime conveniente. Saludos cordiales.

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    4. Que se me olvidó preguntarte Víctor, soy un poco corta y no entiendo muy bien la frase: "Será que la culpa de todo la tienen Yoko Ono y los presuntos amigos del autor". Espero noticias, un saludo.

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    5. Pues viene a ser que iqual que a Yoko le cargaban la culpa de la separaicón de los Beatles sin comerlo ni beberlo (aunque evidentemente 'pasaba por allí') los amigos de Carlos no tenemos culpa de que la proyección fuese defectuosa y de que los responsables de la cadena de cines le ninguneasen con tan poca profesionalidad. Lo decía porque parecía que las respuestas se salían del tema del artículo que era la falta de profesionalidad en el cine (extensible como muy bien señalas tú misma y otros, a muchos ámbitos de la sociedad actual) y parecía que el problema fuesen los amigos (o esa impresión, seguramente equivocada, me dio).
      Pero efectivamente, como bien dices, hablando se entiende la gente, y, a veces, incluso escribiendo por Internet (que ya es complicar un diálogo).
      Un saludo.

      (y al Cocodrilo le digo que no tarde tanto en plubicar otro artículo, poema, reseña o lo que quiera; que está claro que tiene unos cuantos seguidores por aquí esperando a que se pronuncie sobre numerosos temas,....)

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  11. Teníais que haber hecho como en airbag y decirle al encargado "lo mismo te digo una cosa que te digo la otra, vamos a llevarnos bien porque si no va haber una ondanada de hostias y todo solucionado". Tiene razón Miguel, porque no estaba él, la próxima vez tienes que llevarlo.

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  12. Bueno el problema es el de siempre. Personal con contratos basura. Por lo tanto gente sin preparación. En esa cadena , en concreto, creo que las condiciones laborales son de pena. La falta de profesionales en los cines es todo un clásico. Yo viví su máxima expresión en Canarias hace unos años. Nos pusieron los rollos de la película cambiados. De siete rollos cambiaron 3. Yo estuve una hora pensando que eran flashbacks hasta que me dí cuenta, salimos a protestar y el proyeccionista nos dijo que en el laboratorio de confundía mucho con los rollos y el no iba a estar revisándolos todos. Me reconoció que ya lo sabía y aún seguían proyectando las películas sin orden. Me quedé tan alucinado que me fui sin decir nada más.

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  13. Los cines públicos, son un producto a desaparecer irremediablemente en el "primer mundo", por muchas causas:En primer lugar diré que es imposible tener una audición y una proyección completamente optima, especialmente para los cinefilos,los cuales son mas exigentes con todo tipo de defectos o contratiempos tanto auditivos,como visuales o sociales en una proyección publica y a veces masiva. Resulta chocante, que la molestia y defecto en la proyección a que hace referencia Carlos,la cual, parece no increpó hasta la desesperación a sus amigos, ni siquiera como opción solidaria para abandonar la sala en las condiciones negociadas con anterioridad por el autor.
    Ciertamente,parece que a los prohibitivos precios que se venden las entradas de cines en los tiempos actuales,el defecto de las instalaciones relatado, tendría que ser causa de cierre de la sala en cuestión,en atención a los desprotegidos clientes, mientras no se subsanasen los defectos técnicos.Pero desgraciadamente para todos, la profesionalidad y la eficacia siempre van unidas al interés económico en este primer mundo al que hago referencia.Y los poderes públicos, que nos gobiernan, hacen clara dejación de sus funciones sociales,en detrimento de los derechos del individuo que a su vez los sustenta.
    Recuerdo que antaño, las salas de proyección,eran mas un lugar de ocio y encuentro,donde en algunas ocasiones, lo que menos importaba era la película.
    aquel cine que hoy ya no existe, era muy rentable para sus patronos. Hoy la rentabilidad esta muy debilitada y se sostiene en las restricciones monopolistas de un sector que se resiste a morir.
    Un saludo para todos.

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    1. Los cines privados no son mucho mejores, jajaja

      Na en serio, lo malo ye que pese al doblaje de las pelis y todo lo que se pierde con él, el cacareo habitual del público, el no-cine digital, el precio y el trato del personal, yo sigo prefiriendo las pelis en pantalla grande. ¿Seré masoquista?

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    2. No Victor, no eres masoquista, eres tradicionalista y tolerante,(ademas de lo suficientemente "rico").
      A pesar de ello, seguro que ya vas haciendo mas consumo de cine a trabes de las nuevas tecnologías que del espectacular cinemaxcope de las salas publicas. Que muy pronto serán fagocitadas por nuevos sistemas de visión personalizada en todo el campo visual, ademas de sistemas auditivos completamente personalizados al gusto...
      Entre tanto, el cine es un lujo y una buena opción para COMPARTIR con amigos, un espectáculo con las limitaciones comentadas.
      Un saludo.

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  14. Llevas razón, Javi. Menos en lo de rico (a menos que usemos el sinónimo popular por 'majete' que entonces te lo acepto jaajaj).
    Saludos

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  15. Víctor: Lo de suficientemente "rico"(de dinero), es porque la inmensa mayoría prefiere gastar 3 euros en adquirir la película en un CD digital o obtenerla gratis en Internet, que pagar 6 en verla en las salas Yelmo tan solo una vez, y con las contrariedades que nos relato Carlos ademas de las de sus amigos.
    Lo de rico lo entrecomille, porque todos somos "ricos"dependiendo de con quien se nos compare.
    Pero bueno; ademas tú eres "majete" ademas de "rico" ja. ja. ja.

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  16. Rufo borrico d´Antón30 de enero de 2012, 12:04

    Mis felicitaciones por tanto comentario... Sin Comentarios ejejejej.Han plasmado suficientemente la colorista multitud de opiniones. Me reservo la mía, por no gastarla que hoy en día tendemos a dar la nuestra muy a la ligera. Les invito a esa acción tan en desuso llamada reflexión. No se olviden del Burro y a continuación va a lo suyo, que es pedir perdón.

    Un rebuzno Amigos. Adieu.

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  17. En Valencia antes estaban los cines UGC Cinecité, a los que solía ir con mi novia un par de veces al mes, o tres, porque solían poner buenas películas, en VO y con precios prácticamente de filmoteca. Hace unos meses los volvieron a abrir, pero ahora propiedad de la cadena Yelmo, y el bajón de calidad ha sido tremendo. Las mismas películas roñosas que en el resto de multicines, precios que superan el doble de los anteriores y menos detalles con el cliente que si fueran enemigos. No sé cómo se extrañan de que la gente deje de ir al cine.

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