La Frase: "Al final del camino me dirán: ¿Has vivido? ¿Has amado? Y yo, sin decir nada, abriré el corazón lleno de nombres". Pedro Casaldáliga

lunes, 15 de agosto de 2011

Carta con respuesta (sobre los empleados públicos en España)

Ayer leí el suplemento dominical anteriormente conocido como El Semanal (me niego a escribir su ridículo nombre actual, sin duda una declaración de intenciones contra la anorexia). Como hacía mucho tiempo que no lo hacía, hasta leí la sección de cartas de los lectores y (oh dioses) el bloc del cartero. Está firmado por Lorenzo Silva, reconocido escritor y, a lo que parece, paladín de lo políticamente correcto (o sea, el neoliberalismo) y opinador de discurso fácil: ponerse de cara a los vientos que soplen en cada momento.

Como otras veces, no me gustó lo que leí (en particular ciertas frases), pero esta vez hice lo que nunca: escribí una respuesta. Como es probable que esta no se publique nunca en la mentada revista, he desechado mi inicial idea de escribir un post con su contenido, y opto ahora por aprovechar las ventajas de internet: publicaré textualmente mi propia carta (¡mola!). Como la tecnología no está reñida con la elegancia, publicaré también, íntegramente (sin editar, ni cortar, por razones de espacio, como me informan amablemente en el suplemento que pueden hacer con mi escrito) el artículo de Lorenzo Silva (la negrita es mía).

El bloc del cartero por Lorenzo Silva
(XLSemanal nº 1242, del 14 al 20 de agosto de 2011)

Prepotentes? El FMI aconseja al Gobierno español que reduzca el gasto en funcionarios. El presidente de los empresarios dice que al empleado público español le sobra prepotencia y sentimiento de propiedad de su puesto de trabajo, que no es suyo, sino de los ciudadanos que le pagan el sueldo. Los lectores comentan estas declaraciones, como poco intrépidas, y añaden elementos al debate, como algunas experiencias personales de esas que alientan poco a creer en la abnegación del servidor público. El debate siempre ha estado ahí (y aquí hemos dado cuenta más de una vez), pero, en un país con tantos parados y tantos empleados públicos, el choque de trenes está servido. ¿Es la solución ajustar las tuercas a los que sentaron plaza en la Administración para socorrer a los que ahora la sientan en la calle? Se antoja atajo fácil. Pero un reenfoque, que atienda a la aritmética inexorable de que los impuestos de unos han de pagar los salarios de los otros, parece inevitable. 

Respuesta de El ojo del cocodrilo
(del 14 de agosto de 2011 en adelante)

Lo queremos todo

Estimado señor cartero: me hace gracia, a la par que me sorprende, su gratuita afirmación, referida a España, de “en un país con tantos parados y tantos empleados públicos”. ¿Tantos empleados públicos, con respecto a quién? Conviene recordar que el promedio en la UE-15 es del 16% (16 de cada cien personas adultas trabajan en el sector público), mientras que en España no supera el 9%. ¿Demasiados? Por otra parte, no es lo mismo trabajar en el sector público que ser funcionario; a menudo se asimila lo primero con lo segundo, y solo estos tienen la plaza en propiedad. Según el último boletín estadístico de personal al servicio de las Administraciones Públicas hay en España un total de 2.680.219 empleados públicos; de ellos, un 1.600.000 son funcionarios (sobre un total de 23 millones de personas activas). En ambos casos, ¿de verdad son tantos? ¿Habrá que incidir, una vez más, en que funcionarios no son sólo los que nos atienden en una ventanilla del Ministerio o en una mesa de la Consejería? ¿De verdad queremos que haya menos policías, menos profesores, menos jueces, menos médicos, etcétera, o que estén peor pagados? Claro que sí, y a continuación nos quejaremos de que no hay seguridad en las calles, de que la educación es lamentable, de que la justicia es lenta y de que los médicos nos despachan en cinco minutos. Lo más triste del caso es que, en muchos casos, quienes más se quejan de esto último más piden que se recorte el sector público. Así nos va. 

PS que no me resisto a añadir ahora: Tiene también mucha gracia la última frase, esa de que los impuestos de unos han de pagar los salarios de otros. Tal parece que los funcionarios no pagan impuestos, sólo los parados, y que lo único que se paga con los impuestos en este país es el sueldo de los funcionarios. ¡Aritmética de altos vuelos, sí señor (cartero)!

*****

Nota del 4 de septiembre de 2011.
En el suplemento dominical anteriormente conocido como El Semanal de hoy, Lorenzo Silva, fiel a su amable comentario en este mismo blog, ha publicado la carta y la posdata. Eso sí, con algunos recortes; en estos tiempos de crisis, era de esperar. Más extraño es que un "tal parece que" se transforme en "con tal afirmación, parece que". He aquí el texto publicado en la revista:

Lo queremos todo
Me hace gracia, a la par que me sorprende, la gratuita afirmación del cartero (en XLSemanal del pasado 14 de agosto), referida a España: «Un país con tantos parados y tantos empleados públicos». ¿Tantos empleados públicos, con respecto a quién? Conviene recordar que el promedio en la UE-15 es del 16 por ciento, mientras que en España no supera el 9. ¿Demasiados? Por otra parte, no es lo mismo trabajar en el sector público que ser funcionario; solo estos tienen la plaza en propiedad. Según el último boletín estadístico, en España hay un total de 2.680.219 empleados públicos; de ellos, un 1.600.000 son funcionarios (sobre un total de 23 millones de personas activas). ¿De verdad son tantos? ¿De verdad queremos que haya menos policías, menos profesores, menos jueces, menos médicos, etcétera, o que estén peor pagados? Claro que sí, y a continuación nos quejaremos de que no hay seguridad en las calles, de que la educación es lamentable, de que la justicia es lenta y de que los médicos nos despachan en cinco minutos. Posdata: Tiene también mucha gracia la última frase, esa de que los impuestos de unos han de pagar los salarios de otros. Con tal afirmación, parece que los funcionarios no pagan impuestos, solo los parados, y que lo único que se paga con los impuestos en este país es el sueldo de los funcionarios. 

En justa correspondencia (¿hay algo más apropiado para tener con un cartero?), me parece oportuno publicar aquí, íntegra y textualmente, la opinión del cartero en su bloc del mismo número.

El bloc del cartero por Lorenzo Silva
(XLSemanal nº 1245, del 4 al 10 de septiembre de 2011)

Aritméticas
Sigue el debate entre los lectores sobre el sector público español. Insisten unos en reclamar mayor eficiencia en el gasto funcionarial. Afean otros lo que juzgan una afirmación gratuita, a saber, que abunden los empleados públicos: apenas 2,7 millones, en números redondos, según el último boletín ministerial, 9 de cada 100 adultos. ¿Una cifra modesta? Según la última EPA, indicador más completo, la cifra de empleados públicos es de 3,2 millones. Para ponderarla, añádase que representan el 13,8 por ciento de la población activa (que en España es solo el 60 por ciento de los adultos, frente al 80 de Alemania) y el 17,5 por ciento de la población ocupada. Y aunque los empleados públicos también paguen impuestos, el hecho es que sus ingresos (netos) los sufragan los 15 millones empleados hoy en el sector privado. ¿Una carga demasiado onerosa? Para dilucidarlo, no hay que olvidar que su labor beneficia a todos. De equilibrar ambas cosas se trata.


6 comentarios:

  1. Toma esa, Zas en Toda la boca...

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  2. El XLcartero aparenta no tomar partido, no aporta datos, confunde a sabiendas churras con merinas, simula criticar el 'atajo fácil' (en sus propias palabras) y luego lo toma en el primer desvío pero, eso sí, añade algún adjetivo contundente 'aritmética inexorable' para sentar cátedra. Y tan ancho que se queda.

    El ojo del cocodrilo, toma partido y no lo disimula, responde con porcentajes, pone a las churras en su sitio y le da lo suyo a las merinas, y en vez del adjetivo fácil llama a cada uno por el sustantivo que le toca.
    Y en cuanto a la aritmética: sabíamos que manejaba la lengua y literatura, pero no que fuera tan ducho en matemáticas.

    Nosotros, los lectores, ¿a quién le haremos caso?

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  3. A Carlinos, facemos-y casu a Carlinos

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  4. Estimado lector:

    Si lo desea, reenvíe la carta con postdata. Me gustaría publicarla con ella, si la maqueta de esta semana lo admite.

    Cordialmente
    Lorenzo Silva

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  5. Estimado señor Silva:

    Se agradece el interés, así como la posibilidad del reenvío con la posdata. Así lo he hecho, aunque no estoy seguro del todo de que acabe llegando, pues he visto que mi anterior correo me había sido devuelto por algún fallo informático.

    Saludos cordiales,
    Carlos Hernández

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  6. ¿Por qué será que los privilegiados (empleados que cobran todos los meses, trabajen o no) siempre se enfadan cuando se habla de ellos??? Con la cantidad de gente que no cotiza ni paga impuestos, la dimesión actual de unas AAPP que no tienen "qué" administrar, es evidente que se tiene que adelgazar. Y si los señoritos/as no quieren que ni les toquen las condiciones laborales (no sólo es el salario), ni que se les exija que "cumplan" (productividad mínima), mientras haya ciudadanos (cada vez menos) a los que sangrar (pagando impuestos expropiatorios), lo único que lograrán es hundir el barco. Muchos ciudadanos estamos hartos de vivir miserablemente para mantener a estos vividores.

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